“DOLOR POR PIEL ”Por Evelio Rodríguez González.
Para el héroe de todos mis huesos (Gilberto Ríos Hernández), Mazatlán, 07 de mayo de 2010
Hoy me amaneció el dolor por piel.
En un asalto repentino, mientras
le daba la espalda al mundo e invocaba tu nombre
se instaló felón dispuesto a hacer más amarga
la pobreza de los míos.
Toda la casa gime, cruje y se descompone.
Mientras mi mujer se ducha, llora,
y con ella canta triste el agua que se le resbala, sonora,
trasnochada, nueva, preparada para esa hora.
Se me había olvidado lo mucho que duelen mis muertos;
Los encallecidos héroes de la hora en punto;
de la responsabilidad proletaria;
de la sobra ganada a pulso de angustia y sueño;
del niño enfermo y la esperanza quebrada.
A mí no me duelen ni Camborios ni Heredias;
ni ángeles de aceite, como dijo el fusilado.
Me duele mi padre que juntaba el bote de aluminio
y el cobre, como quien no recoge nada y sin saber
recogía mi ánimo desnudo y flaco pegado a los huesos
de mi princesa descolorida.
Me duele el recuerdo de su regalo sencillo y cotidiano
que llenaba completo el corazón de mis niños.
Eres, hermano silencioso, el que más me ha dolido;
hermoso hombrepadreniño;
te me vas y no lo quiero, porque nos espera dormido
en tu caja de herramientas, el ultimo día de pesca juntos;
el viento travieso de la tarde y el mirarnos en silencio
mientras espero, que te acuerdes del que vive más allá
de donde muero, a donde partes hoy, como
siempre te gustó hacerlo: sin importunar a nadie…
más allá de lo correcto.
Vete pues hermano mío, déjame que suelte las amarras de tu barco
de sal, porque vas a navegar el océano del que no se vuelve más.
Si encuentras al pequeño que soltaste con dolor en tu juventud,
abrázalo de mi parte, y si no, te doy mi brazos, anda, llévatelos alrededor
de tu cuello, pequeño padreniñohermanomío. Moreno de soles nuevos.
Hoy me amaneció el dolor por piel. Señor, y tú me sabes todo.